lunes, 30 de julio de 2012

LA INACTIVIDAD FÍSICA, TAN MORTAL COMO EL TABACO



El sedentarismo es el causante de una de cada diez muertes en el mundo sumando un total de 5,3 millones de fallecimientos al año, según un artículo publicado en la revista The Lancet. En él se evalúan diferentes estudios sobre el impacto de la inactividad física en el mundo. Los resultados son demoledores: el impacto producido por estas muertes es comparable al de las muertes que causa el tabaco.

Además, está comprobado que los estilos de vida sedentarios constituyen una de las diez causas fundamentales de mortalidad, morbilidad y discapacidad, convirtiéndose en el segundo factor de riesgo más importante de una mala salud después del tabaquismo.

En este sentido, los investigadores estiman que un 33 por ciento de adultos y el 80 por ciento de adolescentes en el mundo, tienen un alto riesgo de sufrir una de éstas enfermedades, debido a que no llevan a cabo la cantidad recomendada de actividad física. El sedentarismo duplica el riesgo de enfermedad cardiovascular, de diabetes tipo II y de obesidad. Asimismo, aumenta la posibilidad de sufrir hipertensión arterial, osteoporosis, cáncer de mama y colon, entre otros.

Por este motivo, los investigadores advierten de la necesidad de convertir la inactividad física en un asunto prioritario de salud pública y de la importancia de cambiar la mentalidad de las personas para que sean conscientes de los peligros derivados de dicha inactividad.

"En América Latina la inactividad física es causante del 7,1 por ciento de los casos de enfermedad del corazón; 8,7 por ciento de los casos de diabetes tipo 2; 12,5 por ciento de los casos de cáncer de mama y 12,6 por ciento de los casos de cáncer de colon y recto", explica la directora del estudio, Dra. I-Min Lee del Hospital de Brigham y de Mujeres de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard (Reino Unido).

Todos estos casos podrían evitarse potencialmente, si la población de cada país y región llevara a cabo más actividad física. Los expertos recomiendan que los adultos lleven a cabo al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana.

Sin embargo, a veces la inactividad física no es el modo de vida elegido por una persona: la falta de acceso a espacios abiertos seguros, a instalaciones deportivas y a terrenos de juegos escolares, así como los escasos conocimientos sobre los beneficios de la actividad física hacen difícil, si no imposible, empezar a moverse.

Se considera que una persona es sedentaria cuando su gasto semanal en actividad física no supera las 2.000 calorías, mientras que una persona físicamente activa realiza al menos tres sesiones semanales de media hora de ejercicio, sean visitas al gimnasio, la piscina, el polideportivo, o simples caminatas a paso vivo.

Según la O.M.S. la actividad física regular:

• Reduce el riesgo de muerte prematura.
• Reduce el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular, que representan un tercio de la mortalidad.
• Reduce hasta en un 50 por ciento el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II o cáncer de colón.
• Contribuye a prevenir la hipertensión arterial, que afecta a un quinto de la población adulta del mundo.
• Contribuye a prevenir la aparición de la osteoporosis, disminuyendo hasta en un 50% el riesgo de sufrir una fractura de cadera.
• Disminuye el riesgo de padecer dolores lumbares y de espalda.
• Contribuye al bienestar psicológico, reduce el estrés, la ansiedad, la depresión, y los sentimientos de soledad.
• Ayuda a controlar el peso disminuyendo el riesgo de obesidad hasta en un 50%.
• Ayuda a desarrollar y mantener sanos los huesos, músculos y articulaciones.

Hacer ejercicio compensa, lo mires por donde lo mires, porque además de prevenir enfermedades, nos regala tres años más de vida, con mayor calidad y mayor autonomía personal.

¿Practicas ejercicio físico? Y si es así, ¿cuántas horas a la semana?



Recomendación: Bienestar el Aprendiz


Escrito por: Mónica De Haro